El mundo es victima de una forma de pensar antigua y cruel. Todo este sistema político llamado democracia es un invento roto de antemano, no puede funcionar una democracia aparente. Ha funcionado a base de mentiras de todo tipo. Estamos hartos de tanta falsedad y del lavado de cerebro mundial. Todo se compra, cualquier ocurrencia se compra y se confunde el arte con el éxito económico o de cualquier forma que los demás puedan envidiar, y eso está haciendo un daño terrible en nuestras mentes. Una confusión profunda generalizada sobre el sentido de las cosas y su valor real.
¿Cómo va a significar para nosotros -gente de este tiempo- arte, unas pinturas inspiradas en la biblia cuando sabemos que la biblia es un cuento? ¿Cómo va a ser arte para nosotros las obras de siempre que se repiten y repiten en el teatro, en el cine, en las series de tv cuando ya no tenemos vergüenza ni tenemos causa para tenerla? ¿Cómo va a significar arte para nosotros el mismo guión mezclado con la nueva tecnología? ¿Somos tontos o qué?
¿Qué es la esencia del arte?
El arte de vanguardia es un arte anímico, es un arte en sí mismo dentro de uno mismo, es un estado de enorme poder de alegría, de claridad mental sin tiempo y de infinito espacio. El arte ahora consiste en darse cuenta de que las cosas -incluido uno- son de manera desconocida por uno mismo y eso tiene luz; y eso es la máxima verdad que es lo que es el arte. Sin verdad ya no hay arte, la verdad lo ocupa todo en el artista nuevo, y de momento, lo crucial es que el arte nace dentro de cada artista y esa es la cuna de la creación y por tanto el ente desconocido y precioso a desvelar.
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